Estos meses en España se han planteado dos temas muy polémicos en el Ministerio de Justicia, la reforma de la ley del aborto y la desestimación de prohibir la esterilización forzosa de discapacitados.
El Ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón, ha desatado la polémica al anunciar que va a prohibir el aborto por causa de malformación del feto. La batalla entre los colectivos pro vida, que defienden que no se debe impedir el derecho a nacer bajo ningún concepto y los colectivos de mujeres que ven suprimido su derecho a decidir sobre su cuerpo y su vida, junto con los colectivos médicos que defienden que nadie debe estar condenado a nacer bajo el sufrimiento y dolor que causa una malformación, ha estallado en la sociedad española, poniendo de manifiesto una lucha ideológica que se extiende en todo el mundo.
El aborto a nivel mundial es algo que causa grandes quebraderos de cabeza, al ser una cuestión sobre lo que no hay un consenso global, la ley fluctúa desde los países que lo consideran un crimen hasta los que obligan a las mujeres a hacerlo por ley, o incluso los que castran a las mujeres por la fuerza. La cuestión del aborto ha acabado siendo un tema de control político y religioso mucho más allá que un derecho de la mujer, por lo que un tema que afecta de forma directa a las mujeres, en pocos países se traduce en que las mujeres tengan la opción de definir cómo ejercer su derecho.
Para ver las leyes de aborto en el mundo podéis ver este enlace http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Legislaci%C3%B3n_del_aborto
Lo más sorprendente es que el mismo Ministro que pretende obligar a las mujeres a tener un hijo, aun sabiendo que nacerá con malformaciones, también ha desestimado prohibir la castración química no consentida de discapacitados para que no puedan procrear. ¿No plantea esto una gran ironía? obligar a una madre a criar a un hijo discapacitado en contra de su voluntad, para que luego se pueda prohibir que ese hijo tenga sucesión parece, más que una lucha por los derechos del feto, una esclavitud y privación de derechos a gran escala bajo el manto de una moralidad muy cuestionable.
Creo que todos podemos tener nuestra ideología al respecto del aborto, pero siendo coherentes si no queremos que asome el plumero del conservadurismo y represión de los derechos de la mujer.
La defensa de Gallardón se basa en proteger el derecho de toda mujer a ser madre por encima de todo, lo cual es muy loable, pero yo me pregunto ¿eso no se consigue mucho mejor dando apoyo, servicios sociales y leyes de conciliación familiar (derechos que su mismo gobierno ha suprimido), en vez de obligando a las mujeres a ser madres forzosamente incluso bajo condiciones que ellas no van a poder asumir?
La respuesta del Ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón A la pregunta «¿Piensa el Gobierno recortar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres?» es: «no solamente» no los va a recortar sino que va a aumentar la protección del derecho reproductivo «por excelencia», que es “la maternidad”. Según el Ministro:
“Ninguna mujer debería verse obligada a renunciar a la maternidad por un conflicto familiar, laboral o social. Las Administraciones van a estar muy cerca de las menores de edad, de las inmigrantes, de las discapacitadas…”
Si el Ministro pretende defender a las madres, eso se logra potenciando ayudas y protección a madres con hijos discapacitados, así habría mas mujeres que decidirían continuar con su embarazo aun siendo de riesgo y ayuda económica en general, así habría muchas mujeres que no interrumpirían su embarazo por cuestiones económicas. Pero prohibir el aborto bajo el supuesto de malformación y suprimir las ayudas a la maternidad y la sanidad es simplemente condenar a las mujeres a una maternidad tortuosa y condenar a esos hijos con malformaciones a una vida de penurias físicas, psíquicas y económicas, sin poder en muchos casos tener acceso a los tratamientos adecuados al estarse privatizando la sanidad.
Los colectivos que defienden la actual ley de plazos, coinciden en que una mujer que desea abortar no renuncia a sus intenciones, por lo que una norma regresiva abocará a las mujeres con capacidad económica al «turismo abortivo», mientras que aquellas sin recursos usarán métodos clandestinos que pueden poner en peligro su salud.
En mi opinión, me puede parecer más o menos cuestionable el plazo en el que una mujer puede poner freno a su embarazo sin vulnerar los derechos del feto (Para ver la actual ley del aborto en España ver el enlace http://www.clinicasabortos.com/ley-del-aborto-en-espana/sec18), pero creo firmemente en el derecho de la mujer al aborto legal sin poner en riesgo su salud. Se podría debatir a cerca de la responsabilidad de la madre en tomar esa decisión en un tiempo lo suficientemente corto como para no dejar que el feto evolucione demasiado, o sobre el papel de las familias en las embarazadas menores de edad, pero no quitar el derecho a las mujeres a poder decidir sobre su cuerpo y su vida.
Todo este entramado de leyes moralistas y privación de ayudas lo que esta provocando es una supresión de derechos hacia las mujeres como no se había visto desde hace décadas en España.
Sobre todo me parece curioso que el mismo Ministerio que pretende limitar a las mujeres el derecho a decidir sobre la eliminación de una gestación, no tenga ningún reparo en quitarle de forma permanente el derecho a mujeres discapacitadas a ser madres. Que los mismos que para aplicar la ley del aborto defienden la maternidad como «el derecho más fundamental de una mujer» no tengan ningún tipo de oposición en negárselo a una mujer por una discapacidad.
Esta doble moral me hace pensar que el objetivo principal es limitar los derechos de decisión de las mujeres y punto, no tanto proteger «el derecho a ser madre» como nos lo quieren hacer ver.
Zoe García.
(Para saber más sobre la historia del aborto podéis ver este artículo http://www.abortos.com/algunas_aborto.htm)
Me ha gustado mucho este artículo… y si, resalta la doble moral de ese ministro retrógrado…